Este es un espacio que permite conocer, desde una perspectiva amplia a través de diferentes países y representantes, la realidad de un tema tan importante como el acceso a la tierra productiva y la seguridad jurídica en la agricultura familiar, campesina e indígena.
En esta ocasión, el seminario, discutió el desarrollo de políticas públicas para el acceso y permanencia en la tierra, así como los avances y leyes de los países del MERCOSUR.
En su intervención, Margarita Varón, Gerente General de Colombia Rural, planteó algunos de los retos que enfrenta Colombia en este sentido.
- Ausencia de tierras baldías en estricto sentido o tierras desocupadas, pues la mayoría están ocupadas y esto presenta un reto para la distribución. Ahora bien, quienes ocupan estas tierras consideran que les pertenecen y han adelantado procesos de saneamiento que se encuentran en discusión ahora mismo en la Corte Constitucional. Aunque estos procesos han sido útiles para consolidar la seguridad jurídica, también han servido para acumular predios del Estado en manos de quienes tienen capacidad para pagar una porción de tierra.
Finalmente, en este reto de distribución de la tierra, Colombia Rural puso sobre la mesa la existencia de pretensiones traslapadas sobre los mismos territorios que podrían generar conflicto por su tenencia.
- Falta de seguridad en los territorios para que las poblaciones rurales puedan disfrutar de la tierra libremente, lo cual ha facilitado condiciones para nuevos despojos de tierras. Este escenario de orden público en conjunto con la polarización política que vive el país en la materia, genera un reto para el Estado para atender el tema de manera adecuada y prioritaria, incluyendo la asignación suficiente de recursos.
- El conflicto por el uso del suelo y la falta de generación de ingresos dentro de la economía familiar campesina, pues ante la escasez de tierras muchas familias campesinas han ocupado áreas ambientalmente estratégicas que plantean el reto con doble cara sobre cómo proteger el medio ambiente y la biodiversidad sin sacrificar la oportunidad de los pobladores rurales de generar sus ingresos.
También planteamos potenciales alternativas para estos retos: la necesidad de desarrollar una estrategia de resolución de conflictos por uso y tenencia de la tierra que sea integral y que considere distintas formas de propiedad y uso en la tierra. Avanzar en políticas de reforma agraria vía mercado y formas asociativas de producción de la tierra que intensifiquen la agricultura para generar un crecimiento verde sostenible reduciendo los conflictos. Sumado a todo esto, es importante trabajar sobre un enfoque transversal de género pues las condiciones estructurales del campo en Colombia las deja en un mayor grado de vulnerabilidad para mantener y proteger su tierra y sus territorios.
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